Soy una persona apasionada de la vida, del arte, y de la naturaleza. Adoro lo antiguo, lo acogedor, lo cotidiano, me traslada a momentos que me abrazan y estimulan, eso sí, sin apego, porque lo pasado, pasado está, pero sin olvidar que todo ello significa vida.
Desde muy pequeña he tenido atracción por lo que se crea en torno a la mesa, ese ambiente, ese aura mágica que lo envuelve. La mesa significa crear, compartir, y no solo alimentos sino muchas cosas más.
Soy una mujer social, no lo puedo ni quiero evitar, por mucho que en ocasiones le pese a mi pareja, (sonrío mientras lo escribo y recuerdo momentos en los que me trasmite su queja), y si hay algo que de verdad me gusta son las personas, lo que cada una puede aportarte, lo que su presencia me regala.
Mi sentido más desarrollado diría que es el olfato, mis amigos tienen olores característicos para mí, mis hijas tienen su olor con el que las pienso y me embriaga de ternura y de vida, mi casa tiene el olor que juntos creamos y que yo acentúo con inciensos y aceites esenciales.
Pienso en las personas muchas veces con olores y de paso les pongo algún color. El olor de los polvos de talco de mi infancia, el de las gomas de nata que mi madre me compraba y que aseguraba que borraban mejor que ninguna otra. Esos olores también tienen nombre propio, el de las personas que quiero, el de mi hjia pequeña, que se funde además con el olor a violeta. El verde pistacho del primer brote de la primavera, ese que vuelve loca a mi hija mayor, con el que vibra, y que siempre matiza, “no es un verde pistacho cualquiera, es ese verde del primer brote”, ese verde es además de su color, su olor, al menos para mí.
Soy una mujer que como les he dicho ama la vida, apasionada, a veces no es tan bueno serlo, y esto lo compartirán seguramente los apasionados que lean esto pero eso tampoco quiero evitarlo, porque tengo presente que desde el momento primero de mi vida, cada día es un regalo, una nueva posibilidad de alimentarme a través de mis sentidos.
Espero y deseo que ustedes alimenten lo suyos bajo la sombra de Baobab, por nuestra parte seguiremos haciendo lo que sepamos para ello.
Buen provecho.