La belleza es un prodigio del cerebro

Menú de hoy Baobab - Noviembre 2018

“La belleza es un prodigio del cerebro, lo bello no existe en el mundo que vemos, oímos o tocamos. No reside en nada de lo que nos rodea. Solo está en la mente de los seres humanos”, así lo explica el doctor en medicina y neurociencia, Francisco Mora.

La belleza como el arte, son subjetivos y afectan a nuestro estado de ánimo. Hoy ya sabemos que la belleza es una construcción mental hecha de percepciones, emociones, sentimientos y conocimientos.

Para mí la belleza no es un lujo, es prácticamente una necesidad, un deseo. Y no me refiero a un deseo hedonista, sino a una estética rica, que nos imbuye en la cultura, que nos conmueve, nos inquieta, nos seduce, nos provoca para que nos atrevamos a mirar las cosas de otro modo.

Es como ese meneo que me daba mi madre para despertarme cuando me quedaba en babia, y me posicionaba de manera consciente en lo que estaba haciendo, un recordatorio de que estoy viva. Y desde esa actitud presente poder mirar despierta y abierta a todo lo que me rodea. Sabores y olores en menor medida también son manifestaciones de la belleza.

Algunos días entro en la cocina de nuestro restaurante y siento que viajo, en el trayecto me impregno de la belleza de las porciones de las frutas y verduras perfectamente cortadas, ordenadas. De los colores y las texturas, del jugo que generosamente sueltan, de la fusión de las diversas fragancias. La paleta de los colores que nos ofrecen los huertos de los que nos abastecemos, las especias con las que matizamos nuestros platos. Las texturas frescas, aterciopeladas, rugosas, suaves. No son ilusiones ópticas ni trampantojos.

Seguramente como dice Francisco Mora estarán en mi mente, provocando esa emoción que subyace a la apreciación de la belleza y que se expresa en el placer ante lo que se ve. Desde luego que la belleza es un prodigio.

¡Buen Provecho!

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