El invierno nos envuelve en su capa para calentar nuestros corazones, mientras las bajas temperaturas y el viento limpian nuestro entorno.
Cuidándonos, como cuando una madre amorosa te envuelve en la mantita para mantener la temperatura de tu cuerpo entregado y lleno de confianza,
y siente esa energía genuina que la lleva a besarte en la frente o en las manos, para saber si estás con frío. Y entonces te sonríe y te abraza hacia su pecho.
Envueltos entre el calor de los fogones, la calidez de nuestros cocineros y camareros, deseamos que se encuentren ustedes arropados y acogidos.